El artesano mexicano

La artesanía puede ser definida como objetos creados por un artesano, usando métodos tradicionales no industriales. La mayoría de los artesanos no tienen un entrenamiento de escuela en la elaboración de las artesanías, sino que aprendieron a través de aprendizaje informal. Así es la artesanía mexicana, es un secreto a voces que se transmite de generación en generación, pero que sólo los miembros de un reducido "clan familiar" poseen y buscan perpetuar a lo largo de los siglos.
La artesanía mexicana tiene sus cimientos en las artes de varias culturas prehispánicas dentro del país; sin embargo, es una mezcla de pueblos europeos y pueblos indígenas cuyo resultado fascinante es la artesanía mexicana. La mayoría de la artesanía producida en este país muestra influencias Europeas y nativas en la forma de elaborarse, el diseño o en ambas. La artesanía mexicana habla de identidad nacional, habla del pasado que se actualiza en el presente para proyectarnos hacia el futuro de una nación próspera.
Esto es lo que se puede encontrar recorriendo las calles de Metepec, un rincón privilegiado del Estado de México a pocos minutos de la capital del país. Metepec es un ejemplo del artesano mexicano que vive dedicado a su pasión: transmitir el legado que recibieron de sus ancestros.

Metepec, pueblo mágico, habla de la vida, habla de la muerte, habla de como vivir la vida...

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El arte huichol

https://mxcity.mx/2018/04/primera-bienal-de-arte-huichol-en-la-ciudad-de-mexico/


En la Ciudad de México se tiene la oportunidad de disfrutar diversas expresiones artísticas de grupos autóctonos de nuestro país. Diferentes regiones van mostrando a los habitantes de la capital la grandeza del arte mexicano a lo largo del año. Para ejemplo esta del arte huichol.

Escuela de Escritores de México

En esta entrada quiero hablarles de una institución de la que, orgullosamente, formo parte: la Escuela de Escritores de México (EEM). La Escuela de Escritores es una reinvención de  la Escuela Mexicana de Escritores, misma que cambia de nombre el año pasado para configurarse bajo su forma actual. La  idea central de la Escuela es simple, guiar a escritores en el oficio hasta la terminación de su primer proyecto literario, ya sea novela, una colección de cuentos, guión o un poemario. Lo anterior por medio de un diplomado que dura dos años.

Con respecto a los profesores, se tratan de escritores que en enseñan a escritores. En la planta de profesores se encuentran autores como  Arturo Córdova Just, Eduardo Menache, Pablo Bernal, Alma Delia Murillo,  Pablo Soler Frost y Eduardo Parra Ramírez, imparten talleres y cursos que ayudan a la concreción del proyecto elegido por el estudiante.

Además, la EEM pretende ser un nexo en el que todas las áreas de la literatura se encuentren por lo que cotidianamente hay eventos en como presentaciones de libros, pláticas, conferencias, talleres abiertos al público y tianguis de libros, en los que escritores, alumnos, lectores y editoriales pueden acercarse de manera más integral al mundo literario. Inclusive, escritores de la talla de  Amparo Dávila, Alberto Ruy Sánchez y David Huerta han estado presente para dialogar con los alumnos.

Para todo aquel interesado en la literatura y sobretodo si tiene inquietudes literarias, me parece que la EEM es uno de los referentes actuales en la país. Por tal motivo, les dejo aquí la liga para el sitio web: https://www.escueladeescritoresdemexico.com

Instagram-Ready Art Attractions - El Museo del Helado fue sólo el principio

Al parecer, no hay límite alguno en lo que a arte contemporáneo respecta; la moda ahora está en el arte centrado en experiencias instagram, siendo al mismo tiempo una probable fuente de empleo para los post-millenials.



Cabe mencionar que los costos para quienes pretenden disfrutar de esta experiencias, no son muy accesibles, pueden ir de los 19 dólares hasta unos 200 dólares cuando se desea acceso VIP.

El primero en iniciar con esta corriente, fue el Museum of Ice Cream que debutó en el año 2016 en el Meatpacking District de Nueva York.  En 2017, la exposición Candytopia en Santa Monica, California, incluía una alberca de malvavisco, unicornios de dulce y cuadros de personajes famosos como Willy Wonka o Katy Perry, hechos de pedazos de dulces.



En abril del presente año, abrió  Dream Machine en Nueva York, inspirada en sueños y centrada en sets enfocados a fans de instagram.



Del 1 de abril al 31 de mayo del presente año, The Museum of Selfies en Los Angeles, California, ofrece un conjunto de sets de ilusión óptica centrado en selfies.  El evento pop-up, no sólo se enfoca en que los visitantes tomen selfies, sino en enseñarles acerca de los selfies.

"There are many more selfies with the Mona Lisa
 than actual Mona Lisas".



En junio se espera el CADO set (el tema es el aguacate) en San Diego, mientras que en Nueva York esperan el debut del Museo del Dulce.




Pinxit Mexici 1700-90 en el MET

La mayoría de los grandes pintores de la Nueva España colonial, firmaban sus obras agregando en latín el país en donde la había realizado.

El Metropolitan Museum de Nueva York,  exhibe una colección de 100 pinturas de la Nueva España realizadas entre los años 1700 a 1790, y en cuya firma aparece - Pinxit Mexici (Pintada en México).  En esta exposición se puede ver la proliferación del arte como expresión religiosa de la época.

Fueron 3 los curadores que junto a Iliana Katzew, directora de arte latinoamericano en el LACMA, se encargaron de reunir las piezas para esta exposición financiada por las fundaciones Plácido Arango, Randolph Hearst y Andrew W. Melón.

La exposición de obras de la Nueva España estará vigente hasta el 22 de julio del presente año.

Final Portrait - Sobre Giacometti

Final Portrait es la nueva película del director Stanley Tucci, quien como hijo de un artista vivió inmerso en el mundo del arte y apreciaba la obra del escultor suizo Albet Giacometti.

Tucci quedó fascinado con un libro sobre la vida de Giacometti, “A Giacometti Portrait”, escrita por uno de los modelos y a la vez amigo del pintor, James Lord. A  pesar de que Tucci posee el libro desde hace más de dos décadas, no fue sino hasta el año 2000 que comenzó con la idea de hacer una película basada en él.

En este nuevo film cuya premiere se llevará a cabo en el Museo Guggenheim de Nueva York, Tucci pretende que el espectador comprenda el proceso creativo y algo extraño de Giacometti, a la vez de mostrar la vida de egoísmo y a la vez de generosidad de este artista, así como su vida personal: las complejas relaciones con su fiel esposa y su hermanos, Diego, así como con su amante, Caroline.

No podemos olvidarnos de Nietzsche


No podemos olvidarnos de Nietzsche

Los estudios preparatorios al Nacimiento de la tragedia nos presentan una visión del arte y de la tragedia griegas muy particulares, empezando por el hecho de que, para Nietzsche, hay dos concepciones primordiales en la cuestión del arte: lo apolíneo y lo dionisiaco.

El primero de los tres ensayos, El drama musical griego, nos presenta la visión de Dionisio principalmente; Nietzsche lo relata empezando por la descripción y comparación entre la tragedia griega y el teatro moderno, haciendo hincapié en que la tragedia griega, apoyada por la música, siendo la palabra lo más importante, tiene un mayor carácter catártico, mientras que, en el teatro moderno, lo que subleva es la música, misma que, al no estar bien acompañada por la letra, pierde su carácter.

De este modo, el artista se ve inspirado por los instrumentos que van a ser suplemento de la voz, se va a formar una obra patética y no ya energética, mientras que la música de la obra moderna invierte los papeles, rompe con el drama y con la tragedia, rompe con el carácter catártico y dionisiaco.

En el segundo ensayo, Sócrates y la tragedia, lo que nos pide Nietzsche que hay que tener en cuenta es una concepción de Sócrates que a la vez es el hombre más sabio, que por ello, me parece que a Nietzsche se le escapa, no es que sea el hombre que más conocimientos tiene, pero sí, el que más se acerca a la verdad por sabiduría y que, por lo tanto, se acerca a los hombres sabios; tal es el caso de Eurípides, quien, al parecer, escribe algunas de sus tragedias en compañía de Sócrates.

La importancia de éste ensayo versa sobre lo apolíneo, donde la dialéctica socrática nos permite dar cuenta de un orden que se establece entre la verdad y la no verdad, entre el arte mimético y lo que realmente es, lo esencial; esta diferencia rompe con todos los puntos de vista del autor poeta y de la catarsis provocada por dicho personaje, con lo que el arte se volvería un arte muy estructurado, demasiado racional y que buscaría encontrar su fundamento en la pura búsqueda mayéutica de la verdad, misma que no se puede encontrar, ya que rompería con el canon del arte.


La visión dionisiaca del mundo, nos introduce al personaje de Dionisio, un personaje que sólo se satisface a partir de los excesos, de la vida sexual, sensual, erótica, embriagante, entre otros vicios que sólo se pueden dar en una orgía perpetua; por otra parte, Dionisio, entra en competencia con Apolo, el dios de lo sereno, de lo calmado y racional, no obstante, ambos se complementan y se intercambian, uno es el otro en cuanto se disfraza de sí, es decir, ambos son el uno y el mismo que puede lidiar contra la voluntad natural, aquella que rige toda nuestra vida y que nos limita a ser sólo lo que ella quiera.

La vida es pesada, pero al ser contemplada por medio de la música dionisiaca, que se ve motivada por un simbolismo racional, apolíneo, subleva a la propia existencia y nos la aligera, crea un goce en la voluntad y nos permite ser lo menos radicales y lo menos agobiantes; simplemente, la música sin un carácter apolíneo y sin un carácter dionisíaco, nos dejaría en la vida muerta, mientras que si logra engalanarse y gustar a la voluntad, nos lleva a la muerte en vida, el mejor estado al que, en vida, se puede llegar.


Nietzsche es uno de los autores más geniales de la historia, en su concepción del arte, al hacer un retorno a los griegos, pero a los griegos trágicos y no a los filósofos, lleva al arte a debelarse como un arte lingüístico, activo y, a la vez, racional, estableciendo así un canon completamente nuevo, pero con mayoría de postulados antiguos; volver al origen mientras que se juega con el lenguaje, conjunción del mundo apolíneo y del mundo dionisiaco.

Bibliografía
Nietzsche, Friedrich. El nacimiento de la tragedia. Traducido por Andrés Sánchez Pascual. Madrid: Alianza, 2005.


La Misión


Blog Arte, entrada # 9
Gabriela Monroy Yurrieta
Estética y Apreciación del Arte
Película La Misión
Abril 27, 2018

La Misión.


La Misión es una película de 1986, producida por David Puttnan y Fernando Ghia y dirigida por Roland Joffé. La fotografía estuvo a cargo de Chris Menges y la música de Ennio Morricone.
          Podemos decir que La Misión siempre será una película digna de verse por varias razones: la grandiosidad y belleza de sus escenarios, especialmente las cataratas de Iguazú y las selvas tropicales circundantes; la intensidad dramática y expresiva de las imágenes y de sus personajes; y, por último, la importancia y la calidad de la problemática que plantea: el encuentro entre dos culturas.
          Así, la acción de la película se concentra en dos personajes que encarnan actitudes y tipos humanos diferentes hacia los guaraníes. Uno de ellos, lineal y sereno es el padre Gabriel (Jeremy Irons), un jesuita fundador de la nueva misión de San Carlos, que en su servicio humano y evangelizador a los nativos no empuña la espada en ningún momento, ni siquiera para responder a la violencia.  El otro personaje, apasionado y atormentado, es el capitán Rodrigo de Mendoza (Robert De Niro). Mendoza, primero capturador y traficante de guaraníes, tras un drama personal, cambia de actitud, se convierte y se hace jesuita y, finalmente, vuelve a acudir a la espada, esta vez en defensa de los guaraníes.
          De esta manera, quiero explicar la película desde la filosofía Personalista: la visión del mundo y de los guaraníes, así como de los conquistadores españoles y portugueses que en el filme representan el mundo moderno que proviene de la muerte de Dios y que es criticado por el Personalismo, ya que, en La Misión, al inicio, se aprecia una escena en la cual un jesuita es crucificado por los guaraníes y arrojado a las cataratas de Iguazú. En este escenario se puede apreciar un indígena con resentimiento, con miedo, con odio debido a las condiciones que los conquistadores impusieron y que tienen como resultado un trato indigno hacia los nativos del lugar, porque son obligados no sólo a adoptar tradiciones ajenas a las suyas, sino también son víctimas de un trato indigno al no ser considerados como “persona”, situación que crea en los guaraníes la ausencia de un Dios que no conocen, que en este caso sería la ausencia de un ser divino desde su cosmovisión.  Esta realidad los lleva a vivir una naturaleza nihilista que desemboca en el asesinato del jesuita, acción que carece absolutamente del respeto a la persona humana y a su dignidad.
         En el caso de los conquistadores españoles y portugueses, específicamente en aquéllos que someten a los guaraníes, esclavizándolos, humillándolos, cazándolos y, en ocasiones, matándolos como si fueran animales, y que encarnan actitudes que sólo fomentan el odio hacia ellos y hacia todo lo que representan, porque los consideran no como un fin sino como un medio para el logro de sus objetivos. Esto se hace evidente en toda la película, pero en sentido específico en la escena en la que el niño guaraní canta frente a las autoridades españolas y portuguesas y es ofendido y humillado por Don Cabeza, quien no reconoce la persona humana del niño, que a pesar suyo es persona.
          De esta manera, específicamente en los conquistadores, las condiciones económicas, sociales, culturales y hasta religiosas a las que se enfrentan y que ellos mismos han creado, no permiten una reflexión sobre sus actos ni sobre su condición humana, así como tampoco les permite desarrollar una vida interior que los ayude madurar como personas para llegar a tener una vida con sentido que se manifieste a través de sus actos con los guaraníes reconociendo su dignidad.  Esta situación tiene como resultado una crisis espiritual que conlleva al nihilismo y a la “muerte de Dios”.
          La crítica del Personalismo a esta “muerte de Dios” se hace manifiesta en la película a partir de la deconstrucción de la realidad que asumen los conquistadores y que tiene su origen en exaltar la idea de progreso para las colonias, pensando sólo en sus objetivos de beneficio económico y bienestar que les impide ver a los guaraníes como personas humanas libres y con dignidad, más que como un “eso” como un “quien”. Así, el personaje de De Niro es un sujeto moderno que objetiva al guaraní, y esa es la visión colonizadora. 

         La defensa de los jesuitas a los guaraníes, por un lado, como sostiene Kierkegaard, se evidencia porque reconocen que son personas humanas, seres individuales, con una esencia a la que otorgan el sentido de persona, recuperando su valor único que conlleva al reconocimiento de su dignidad. Los colonizadores sólo ven en los nativos un medio para alcanzar sus objetivos y ocuparlos para su servicio, explotándolos, con una falta de conciencia absoluta a su ser espiritual, que ignora la verdad de la existencia al utilizarlos sólo como herramientas, incluso como “animales”, negando su persona, su esencia y su libertad. De esta manera, los jesuitas defienden a los guaraníes como personas humanas, primeramente, para ayudarlos a encontrarse a sí mismos y a reconocer la verdad de su existencia, su esencia y su libertad frente a los colonizadores, como un ejercicio constante que les corresponde por ser “seres individuales”, con libertad plena, lo que involucra las posibilidades de elección que tiene la persona. 
          Desde el punto de vista de Mounier al respecto, el Padre Gabriel y los jesuitas defienden a los guaraníes desde el concepto de “la persona como acto y elección”, esto es, que los nativos tienen una dignidad intrínseca por el simple hecho de haber nacido y que los afirma como persona humana.  Asimismo, poseen libertad para elegir desde su persona en cada uno de sus actos, lo que deviene en el desarrollo de su dignidad que es absoluta en ellos y, además, es su esencia, situación que los conquistadores españoles y portugueses no advertían y los jesuitas, al defenderlos, si reconocían, teniendo conciencia de esa libertad que los nativos debían conquistarla a través de sus actos y no de la esclavitud y la despersonalización a la que los sometían los colonialistas. 
         Así, al final de la película, la situación dará un giro cuando ambos personajes, después de varios años de trabajo con los guaraníes en la Misión de San Carlos, se ven enfrentados por ideas contrarias en una intensa batalla por la independencia de los nativos, esto es, cuando los colonizadores ordenan a los guaraníes que abandonen la misión de San Carlos, estos deciden defender peleando todo aquello que representa su trabajo, su valor, su persona, su libertad, su dignidad. Mientras que Rodrigo Mendoza apuesta por su espada, el Padre Gabriel confía en el poder de la fe y la oración.  Los dos protagonistas tienen ante sí un dilema: abandonar a los guaraníes en su lucha por no permitir que destruyan lo que han creado o romper su voto de obediencia y no violencia, lo que implica la decisión de matar a los colonizadores o no hacerlo.
          Cuando se presenta la invasión de los colonizadores armados con mosquetes y cañones, el jesuita eleva su oración a Dios, mientras que Mendoza decide enfrentarlos empuñando su espada, de esta manera los dos personajes ponen de manifiesto la esencia de su vocación. Ambos se enfrentan al mal inevitable y mueren.
          Desde el Personalismo, la propuesta es el respeto de la persona humana, a su libertad y a su dignidad y todo lo que ello implica, así el sujeto debe vivir y existir en el amor y en comunidad y desde este punto de vista, la muerte de ambos, jesuita y Mendoza, son desde un sentido personalista, ya que el primero muere desde su vocación y el segundo lo hace en defensa de la persona de los guaraníes y de su dignidad.
          Finalmente, retomo las palabras de la última escena, que ponen de manifiesto el sentido personalista del Cardenal al entender lo que han hecho los conquistadores con los nativos y los jesuitas y en la que el Sir Hontar le dice; “no hubo alternativa eminencia, tenemos que actuar en el mundo, el mundo es así”, a lo que el Cardenal responde: “no, señor Hontar, así lo hemos hecho nosotros”.








Arte y Deporte 2

Arte y Deporte:

Construyendo la Realidad

Arte y deporte son dos actividades
que se extienden por el mundo y
que incluyen una gran cantidad
de disciplinas dentro de ellas. Ambas
actividades permiten un acercamiento –
habitualmente– fraterno entre los individuos
de todo el planeta de forma periódica. En
torno a grandes eventos deportivos como
las Olimpiadas o el mundial de fútbol, y
alrededor de la gran variedad de eventos
culturales se congregan una cantidad
impresionante de personas de diferente
posición política, geográfica, económica y
religiosa.
Si bien, aún existen prácticas culturales
que podríamos identificar como artísticas
o deportivas específicas de ciertas
comunidades, la expansión de disciplinas
como el fútbol o la pintura de caballete,
han permeado prácticamente en todas las
grandes urbes haciendo de su práctica una
actividad global.
A medida que se van integrando a nuevas
sociedades, cada una de estas actividades
deportivas y artísticas, llevan consigo una
serie de normas que facilita su adopción para
los nuevos grupos humanos. Y es a partir de
la adopción de estas reglas, que podemos
identificar las características que hacen
únicas a estas disciplinas. Por ejemplo,
sabemos que el fútbol se juega con los pies,
no con las manos y que una escultura es un
objeto tridimensional, no un gráfico en dos
dimensiones.
Un problema interesante se presenta cuando
este tipo de actividades se enfrentan a un
nuevo grupo social que por su propia historia
e intereses comienza a modificar las reglas
que impone la disciplina, o bien cuando el
paso del tiempo provoca que las nuevas
generaciones las modifiquen. En este
caso, el deporte ha sabido ajustarse a las
necesidades de cada comunidad o a los
deseos de cada individuo y permite, cuando
se llega a un consenso grupal, la creación de
nuevas disciplinas deportivas. Es así como
surgen continuamente nuevos deportes y
se modifican las reglas de los existentes. El
arte, por su parte, ha transitado por procesos
socio-históricos; los cuales han modificado
las prácticas artísticas tradicionales, pero a
diferencia de lo que sucede en el mundo del
deporte (en el que los cambios son recibidos
sin gran problema), los nuevos medios,
conceptos y procesos artísticos siguen
generando polémica y rechazo.
En lo referente a las transformaciones que
ha sufrido el deporte con el paso del tiempo,
Fernando García Romero destaca que:
En tanto que el deporte moderno es un espectáculo
completamente profano, las competiciones
deportivas griegas se desarrollaban en el marco
de festivales religiosos, de manera que dos
conceptos, deporte y religión, se mantuvieron
vinculados más o menos estrechamente en
la Antigüedad, mientras que actualmente se
encuentran muy alejados el uno del otro (se
ha sugerido incluso que, en algunos aspectos,
el deporte ha suplantado el papel que antaño
desempeñó en la sociedad la religión, como
por ejemplo dar cohesión a la masa social
ofreciéndole un objetivo común, aunque sea
tan poco espiritual como ganar una Liga o una
Copa (García-Romero, 2001).
Siguiendo con esta idea, pero en torno a
las prácticas artísticas, el paso del tiempo
también nos permite encontrar algunas
diferencias. Ya que según Larry Shiner, el
arte para las culturas antiguas, al igual que
el deporte, se encontraba estrechamente
ligado a sus prácticas sociales. Lo anterior
debido a que:
Contemplar las pinturas del Renacimiento
de manera aislada, lo mismo que leer a
Shakespeare en una antología de literatura, o
escuchar la Pasión de Bach en una sala de
conciertos, refuerza la falsa impresión de que
en el pasado se compartía nuestra concepción
del arte como un ámbito compuesto por obras
autónomas dedicadas a la contemplación
estética. Sólo merced a un esfuerzo deliberado
lograremos romper el trance que induce nuestra
cultura y ver que la categoría de las bellas artes
es una construcción histórica reciente que
podría desaparecer en algún momento (Shiner,
2004, pág. 22).
De acuerdo a los planteamientos antes
señalados, podemos advertir que las
disciplinas artísticas y deportivas se han
transformado con el paso de los siglos debido a
procesos históricos, sociales, e intelectuales.
De tal forma que, tanto la idea que vincula a
las bellas artes con la contemplación estética
y la idea del deporte como simple objeto del
mercado son construcciones históricas que
han podido dominar el campo de la historia
de las ideas momentáneamente pero que no
son eternas ni universales.
De hecho, Peter Berger y Thomas Luckmann
defienden la idea de que todo en el mundo
social del hombre es una construcción
producto de la actividad humana. Por esta
razón, estos sociólogos le llaman fenómenos
sociales a todas aquellas instituciones,
idiomas, creencias, roles, etc. que el hombre
se ha encargado de crear con el paso del
tiempo. Según Berger y Luckmann:
El orden social no forma parte de la naturaleza
de las cosas y no puede derivar de las leyes
de la naturaleza. Existe solamente como
producto de la actividad humana. […] Tanto
por su génesis (el orden social es resultado
de la actividad humana pasada), como por su
existencia en cualquier momento del tiempo (el
orden social existe en tanto que la actividad
humana siga produciéndolo), es un producto
humano (Berger & Luckmann, 1986, pág. 73).
A partir de lo expuesto anteriormente, se
destaca que tanto arte como deporte son
dos actividades que forman parte de la
construcción del orden social, y que por esta
razón, han sido producidos, reproducidos y
transformados históricamente como parte
de la actividad humana. Es por esto, que
resultaría difícil sostener que la función o el
quehacer actual de este tipo de actividades
se tengan que limitar a determinadas
concepciones históricas. Sin embargo, es
habitual encontrar en el mundo del arte,
posturas inflexibles que tratan de dictar lo que
“verdaderamente” es el arte, o bien, acotar
los procedimientos y temas “adecuados”
dentro de su práctica.
Al hacer esto, parecería que simplemente
seguimos al pie de la letra recetas
románticas, modernas o contemporáneas.
Como si dichas concepciones hubieran sido
determinadas por supra-humanos, quienes
se encargaron de construir un campo de
conocimiento cerrado en el que nuestro
papel debe limitarse solamente a seguir y
reproducir sus reglas.
Pero si, como advertíamos anteriormente con
Berger y Luckmann, el orden social es producto
de la actividad humana ¿por qué nos cuesta
trabajo comprender que todos los fenómenos
sociales son construcciones históricas
consensuadas y construidas socialmente, y
por tanto susceptibles al cambio?
Lo anterior, se presenta en el momento
en que el hombre ha olvidado que es él
quien construye, da forma y mantiene a las
instituciones. Según Berger y Luckmann
esto es la reificación: “es la aprehensión
de los productos de la actividad humana
como si fueran algo distinto, como hechos
de la naturaleza, como resultado de leyes
cósmicas, o manifestaciones de la voluntad
divina. La reificación implica que el hombre
es capaz de olvidar que él mismo ha creado
el mundo humano” (1986, pág. 116). A partir
de lo anterior, es que se hace difícil voltear
hacia el mundo y cuestionar las formas o
los contenidos de las instituciones creadas
anteriormente, porque antes de poder
cuestionar, aprendemos a vivir dentro del
mundo y lo asumimos como real.
Según Berger y Luckmann: “dado que dicho
conocimiento se objetiva socialmente como
tal, o sea, como un cuerpo de verdades
válidas en general acerca de la realidad,
cualquier desviación radical que se aparte
del orden institucional aparece como una
desviación de la realidad y puede llamársele
depravación moral, enfermedad mental o
ignorancia a secas” (1986, pág. 89).
Dentro del mundo del balón también existen
instituciones e individuos interesados en
dictar la manera correcta de hacer las cosas.
Para Jorge Valdano, la relación entre el juego
y el orden se plasma de la siguiente manera:
En fútbol todo, incluida la creatividad,
necesita apoyarse en un orden. […] Pero
el orden tiene la vocación de prohibir y
poco a poco irá borrando a los subversivos
que se atreven a imaginarse cosas que no
estaban previamente dibujadas” (Valdano,
1997, pág. 27). Pero agrega también que:
“afortunadamente siempre existen aquellos
jugadores de fuerte personalidad que por no
resignarse a la derrota, rompen las cadenas
del orden y del miedo” (1997, pág. 33). De
la misma forma que en el arte.

Si aceptamos los planteamientos anteriores,
tendremos que reconocer que el mundo en el
que vivimos es producto de nuestras acciones.
Que nuestras creencias son fundamentales
para la construcción de la realidad. Podemos
asegurar, entonces, que ninguno de los
sistemas simbólicos que hemos construido
tiene una vida o un fin independiente, ya que
requieren de individuos y sociedades para
mantenerse y conformarse. En palabras de
Berger y Luckmann: “todos los universos
simbólicos y todas las legitimaciones son
productos humanos; su existencia se basa
en la vida de individuos concretos, y fuera de
esas vidas carecen de existencia empírica”
(1986, pág. 163). En este sentido, también
nos recuerdan que “[…] el mundo, una
vez «asumido», puede ser creativamente
modificado o (menos probablemente) hasta
re-creado” (1986, pág. 163).
De esta manera, reconocemos que existen,
o pueden coexistir, diversas concepciones
dentro de los sistemas simbólicos que
hemos construido históricamente. Y por lo tanto
que “la verdad” y “la realidad” en el mundo
social es un consenso cultural y temporal.
Pero sobre todo, podemos advertir que una
vez “asumido” el mundo en el que vivimos
tenemos la posibilidad de mantenerlo, o
bien, de convertirnos en agentes para su
transformación

Influencias

Pues bien. Tremendamente influenciada por las últimas corrientes pictóricas que vimos, me di a la tarea de sacar mis pinceles y pinturas, por qué no, y aquí les dejo esto. 

"Distorsión espacio-tiempo" - canvas - pintura acrílica. 

La imagen puede contener: planta

Detalle:

La imagen puede contener: flor, planta, naturaleza y exterior

"Principio de incertidumbre" - canvas - pintura acrílica.



¡Excelente clase!

El arte científico de Leonardo


El arte científico de Leonardo

Para Leonardo da Vinci, toda ciencia es aquella que busca sus principios últimos en la mente, estos principios últimos, son siempre principios que no surgen temporalmente, sino que son eternos y verdaderos siempre; la pintura, en tanto que es matemática, ya que parte de la noción de punto, así como de las nociones de líneas y de demostraciones de perspectiva, es que también es una ciencia.



El principio de esta ciencia, debido a que ya determinamos que la ciencia debe de tener un principio base, es, en primer lugar, la superficie plana que se encuentra en simulacro con toda otra superficie plana que es encuentre frente a ella; en segundo lugar, la sombra a partir de la cual se puede decir que entrega volumen a los cuerpos y los emula de la mejor forma posible.

A partir de la construcción de las líneas de los cuerpos, es decir, de la creación de los dibujos, así como de la difuminación de los colores y la pérdida de la determinación de los cuerpos, es que podemos dar cuenta del por qué la pintura es la madre de la perspectiva; justamente, es en ésta, que podemos hablar de la proporción, la proximidad o lejanía y de las figuras.
 
La pintura no es una ciencia cualquiera, sino que es una ciencia científica, parece redundante, pero sólo puede ser una ciencia científica ya que este tipo de ciencias sólo pueden surgir de la mente y permanecer en la mente, mientras que existen ciencias que son tanto mecánicas como semimecánicas, ya que nacen de la experiencia o porque nace de la ciencia, pero culmina en una operación manual.



Siguiendo su propia tradición, para da Vinci, la vista es el sentido más útil y más bello, de tal naturaleza que por ello la pintura sea mucho más útil y bella que toda arte del lenguaje, ya que éstas sólo permiten comunicar, pero a las personas que son capaces de entender la lengua en la que la comunicación está dada, por ello, “las ciencias de las palabras están muertas en cuanto nacen, a excepción de su parte manual, la escritura, que es parte mecánica.” (P. 38)

La pintura, por su parte, es una ciencia mecánica también, en tanto la reproducción, y es, además, una ciencia comunicable para todos los individuos, ya que todo individuo es capaz de entenderla, no importa el lenguaje que se hable, la imagen siempre contendrá un valor de verdad universal y absoluta.


Además, la pintura es una ciencia imitable pero sólo para aquellos que fueron dotados con esa capacidad, del mismo modo que la filosofía, también trata del movimiento, así como de la esteticidad de los objetos de la naturaleza; la filosofía, por su parte, sólo se queda con verdades insatisfechas, mientras que la pintura logra abrazar a la verdad mientras imite perfectamente a la naturaleza y su verdad.

De todo lo anterior se deriva que el sentido óptimo del ser humano es la vista, por lo que el ojo es la parte del cuerpo que más se necesita y que menos se puede perder. 


Da Vinci parte de su concepción cientificista para poder dar cuenta de la pintura, sin embargo, se le escapa el pensar que el lenguaje y, de él, la filosofía, son los elementos que constituyen y abarcan a la naturaleza de la mejor forma; sólo podemos dar cuenta del mundo a través del lenguaje, de la misma forma de la pintura, ya que sólo a partir del lenguaje es que se puede explicar.

Bibliografía
Da Vinci, Leonardo. Tratado de pintura. México: Ramójn Llaca y Cía., 1996.