EL CONCEPTO DE
ALIENACIÓN
Por Susana De La Peña
Rodríguez
Este concepto abarca todas las
esferas de la actividad humana. Podemos experimentarlo en nuestro diario
acontecer, al sufrir y sentir nuestra vida amorosa, en área artística, psicológica, en la filosofía.
La alienación es un término que se ha puesto de moda en la modernidad y se
encuentra presente en toda vivencia, es un concepto al que le damos el
significado de enajenación, escisión, extrañamiento.
La alienación se puede dar en dos
formas principalmente en el individuo y en el ámbito social, aún y cuando si se
está alienado como persona, también estás alienado en relación a la sociedad.
La alienación psicológica se da
como trastorno, es una perturbación mental, en donde puede darse una anulación
de la personalidad, con excitación psicomotora, incoherencia del pensamiento,
confusión del raciocinio, alucinaciones, perplejidad y en casos extremos nos remiten a signos y síntomas de una
“psicosis”. Se considera un trastorno de
la personalidad.
La alienación social, está
vinculada a la manipulación social, la dominación política, la aniquilación
cultural, la opresión del individuo o del colectivo alienado. Es un
entrenamiento que convierte a las aptitudes del hombre en algo diferente de
este y que lo domina.
La alienación como categoría, no
define sólo una forma de relación entre individuos basada en una determinada
estructura de la sociedad, sino toda una serie de relaciones entre hombre y
hombre, hombre y objetos, hombre e instituciones, hombre y convenciones
sociales, hombre y universo mítico, hombre y lenguaje.
Para Humberto Eco en su obra, Carta Abierta [1]
ALIENARSE – en-algo significa renunciar a uno mismo para entregarse a un poder
extraño, dejar mi propio yo y convertirme en ese otro algo, y no actuar en
relación con ese algo, desde fuera, sino que me he visto intervenido por ese
algo que no soy yo.
La interpretación hecha por Marx,
nos dice que el hombre se “aliena” al
momento de que objetiva en su trabajo, dentro de un sistema, queda fuera de sí,
en vista de su propia subsistencia. Este homo faber se hace cosa, sirviendo a
los fines de las cosas que ha producido, o a los fines de otros hombres, por lo
tanto se encuentra alienado. Y ha aceptado la situación como el mundo al que se
hay que adecuarse, un hecho que solo se solucionaría con el comunismo.
.Por otra parte Marcuse se
refiere a la alienación a la dudosa libertad del consumidor: “La libre elección
dentro de una amplia variedad de bienes y servicios no significa libertad, si
estos bienes y servicios sostienen los controles sociales sobre una vida de
trabajo y temor, esto es, si sostienen la alienación[2].
La idea expresada la que hoy tenemos de que
las necesidades a satisfacer no son reales, sino que han sido
artificialmente creadas por los medios de producción. Los consumos innecesarios
provocados por la propaganda y la publicidad en un intento de forzar sobre cada
uno de nosotros conductas determinados por el mismo dato de que estas mismas
son conductas de otros. Si todos tienen
ese coche, también lo quiero yo, si todos tienen ese i-phone, yo también. “transforma el mundo objetivo en una extensión
del cuerpo y el alma del hombre y la misma noción de alienación deviene dudosa;
la gente se reconoce a sí propia en sus mercancías,… en su automóvil. … en su
casa [3]
Otro tipo de alienación se da en la burocracia, ese mecanismo que aniquila al
individuo y lo conduce por un laberinto sin una aparente salida, laberinto sin
sentido que el mismo ha construido, del que no quiere salir por ser zona de
confort.
Para Humberto Eco en su obra, Carta Abierta [4]
ALIENARSE – en-algo significa renunciar a uno mismo para entregarse a un poder
extraño, dejar mi propio yo y convertirme en ese otro algo, y no actuar en
relación con ese algo, desde fuera, sino que me he visto intervenido por ese
algo que no soy yo.
LA ALIENACIÓN REFLEJADA EN LA
OBRA LITERARIA.
La alienación quedó magistralmente plasmado en las páginas de las
novelas de Frank Kafka, fundamentalmente en “La Metamorfosis”,[5] en la que Gregorio Samsa,
ya no se reconoce a sí mismo al verse convertido en una simple cucaracha,
metáfora que simboliza el sin sentido y el absurdo de la vida en una sociedad
alienada por poderes ajenos que los esclavizan y lo someten a un estado de servidumbre,
que viene a ser algo así como la cosificación del individuo, especie de
metamorfosis en la que el hombre va sufriendo la indiferencia, no reconociendo
a sí mismo, especie de desarraigo del mismo ser, como los objetos que no
sienten ni padecen.
Albert Camus en su conocida obra El Extranjero,[6] La alienación se refleja
en la insensibilización en la que su
protagonista les es indiferente la muerte de su propia madre, y cuando se
encuentra ante el peligro de muerte, también muestra la más fría indiferencia,
porque para él la existencia ya no tiene sentido, y el acto de vivir es una
rutina absurda especie de túnel oscuro en el cual no se divisa salida alguna.
Estos abismos de la existencia humana son reflejados muy bien en estas obras,
donde abundan los ambientes de desolación y desesperanza que nos hacen también
repensar el sentido de la vida.
La alienación para el hombre
moderno es una condición en la que hay que aprender a moverse para identificar
las nuevas posibilidades de autonomía. Las direcciones de posible libertad.
Vivir aceptando una serie de relaciones que se someten a la atención a través
de una intentio secunda que nos permita verlas en la transparencia, denunciar
sus posibilidades paralizadoras; relaciones que es preciso tratar desmitificándolas
de continuo, sin que por ello quiera decir anularlas.
[1] Humberto
Eco, “De la Manera de Formar como
compromiso con la realidad” en Carta abierta trad de Roser Berdagué. (Barcelona: Editorial
Ariel,1985l)
[2] Marcuse,
One Dimensional Man (Boston: 1968) 7, 8 consultado en https://zoonpolitikonmx.files.wordpress.com/2013/10/marcuse-el-hombre-unidimensional.pdf
[3] Ídem, 9
Aquí podemos decir que se abandona el subjetivismo y la alienación es objetiva
y es subjetivo el sentimiento de no estar alienado, o la indiferencia al estar
o no alienado. La alienación es estar privado de la conciencia de sí.
[4] Humberto
Eco, “De la Manera de Formar como
compromiso con la realidad” en Carta abierta trad. de Roser Berdagué. (Barcelona:
Editorial Ariel,1985l)
[5] Franz
Kafka Metamorfosis (Barcelona: Castalia, 2011)
[6] Albert
Camus El Extranjero (consultado en http://biblio3.url.edu.gt/Libros/camus/extranjero.pdf)
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