XL Coloquio Internacional de Historia del Arte. Mundo, imperios y naciones: la redefinición del “arte colonial”
Fecha:
Del 10 al 12 de octubre de 2016
Lugar:
Teatro Juan Ruiz de Alarcón
ENTRADA LIBRE PREVIO REGISTRO
La noción de “arte colonial”, en lo que se refiere al estudio de los dominios españoles en América, ha sido objeto de críticas y debates en los últimos lustros. Desde perspectivas que se apoyan en el análisis jurídico e histórico, con dudas expresadas desde el siglo XVIII y articuladas en el siglo XX en estudios como el de Levene (Las Indias no eran colonias, Buenos Aires, Austral, 1951), expresiones como “historia colonial” o “arte colonial” han perdido vigencia, siendo reemplazadas por otras como “arte de los virreinatos”, “arte virreinal”, “arte de los reinos españoles”, “arte novohispano” en el caso de México, etcétera.
Esta tendencia contrasta con la amplia corriente que aborda los procesos culturales de colonización y los fenómenos subsiguientes, en los estudios “poscoloniales”, a partir de las ideas de Frantz Fanon, Edward Said y Gayatri Spivak, entre los más conocidos. Esta perspectiva se apoya con frecuencia en la crítica marxista del proceso de acumulación del capital en la larga duración; también pone el acento en la noción de “emancipación”. Al mismo tiempo, en los países de América Latina se ha reflexionado largamente sobre el “colonialismo interno”, entendido como la dominación de los pueblos originarios por parte de las élites nacionales de cada país, o como la supervivencia de dichas élites letradas a partir de la instauración de los virreinatos. Es el caso de autores como Pablo González Casanova, Ángel Rama y Juan Acha.
En lo que toca a la historia del arte, este debate ha tenido características sui generis, pues no es exagerado afirmar que se trata del desplazamiento de un argumento político. Por una parte, autores como George Kubler sostienen, a partir del análisis de la arquitectura monástica del siglo XVI, que los frailes mendicantes lograron en la Nueva España un régimen colonial funcional, ideal si se aceptaran sus propios términos, e incluso ejemplar respecto de otros proyectos coloniales modernos menos exitosos; mientras otros, como José Moreno Villa, formulan la noción de “tequitqui” para parangonar el fenómeno americano con el mudéjar, concibiéndolo no restringido a la primera centuria virreinal, y con un carácter tributario, definido por el propio término, a lo que Constantino Reyes da réplica con su propuesta de conjugación de soluciones en el marco que establece bajo “arte indocristiano”; también viene a la mente el uso de la idea de “arte mestizo” en el arte de América del Sur. Pero los debates en torno al arte colonial también han sido terreno para discutir los universalismos (o para descalificarlos) y, al mismo tiempo, para legitimar la construcción de nuevas identidades nacionales, regionales o raciales. Aunque el centro de este debate fue la prolongada reflexión sobre el barroco americano, esta noción fue retomada en décadas recientes por autores como Bolívar Echeverría, y es cada vez más común que sus términos y categorías se trasladen a la discusión teórica y crítica sobre el arte contemporáneo.
Se propone un coloquio donde pueda discutirse plenamente esta problemática más allá de las fronteras de las especializaciones. En tal sentido, se propone que haya un comité organizador amplio que garantice la pluralidad de perspectivas, pues se trataría precisamente de integrar posiciones que puedan ser distintas e incluso contrapuestas.
Aunque se origina en un debate propio de la historiografía latinoamericanista, el comité aspira a convocar propuestas de América del Norte y otras partes del mundo. El coloquio abordará los procesos de “colonización interna”, entendidos como los procesos de dominación ejercidos por un solo Estado nacional o poder regional; las nociones clásicas de “colonia”, “reino”, “virreinato” “metrópoli” e “imperio”, que propician una discusión interdisciplinaria de sus implicaciones para las artes, donde han adquirido un papel protagónico; pero también las nociones antagónicas de “emancipación”, particularmente desde el surgimiento de Estados nacionales en territorios que anteriormente estaban sometidos a otros regímenes. De igual manera, abarcará la articulación de las artes con las distintas formas de dominación geográfica y política: por una parte, con análisis de términos como “tequitqui”, “ultrabarroco” y otros semejantes, que fueron centrales para las historiografías del siglo XX; por la otra, elaborando nuevas propuestas que permitan ampliar y profundizar la reflexión sobre las artes y la conformación de paradigmas culturales y estéticos a partir de procesos de dominación. Las modernizaciones regionales autoritarias, las suplantaciones y simulaciones de la identidad, la proliferación de lenguas universales y “góticos internacionales”, la rivalidad entre nacionalismos y universalismos igualmente unilaterales. Las colonizaciones geográficas, pero también los procesos de dominio del pasado y la imaginación. En fin: la caracterización de las artes de los otros, su negación o clasificación, incluso su apropiación, plagio y sometimiento a diferentes regímenes legales, pueden ser objeto de distintos enfoques desde la historia del arte, sin excluir otras disciplinas de conocimiento.
Se propone la siguiente división por mesas como punto de partida de la reflexión, pero será reelaborada a partir de las propuestas que se reciban:
I. Del concepto al objeto
El problema de la nomenclatura y la designación por préstamos disciplinares, la inexorable identidad o el estatus de las obras ante el canon europeo y la tradición clásica. La operatividad o disfuncionalidad del uso de los estilos. El debate latinoamericano sobre el arte de 1930 a 1980. El papel de la antropología: del sincretismo a la agencia (Kopytoff, Gell). La nueva terminología alternativa: zonas culturales, mundo atlántico, Asía-Pacífico, mestizaje, lo indocristiano, hibridismo, mímesis (Kubler, Bhabha, Thomas Kaufmann).
II. Del sujeto al discurso
El descubridor y los conquistadores, cronistas y “vencidos”, evangelizados o colonizados. Los reinos versus las colonias, de la explotación socioeconómica a la estructuración jurídica, las razas e identidades cambiantes, lo identitario como proceso inacabado, las filiaciones transitorias, el individuo versus las corporaciones.
III. De las prácticas a su representación
Temas y sistemas de las imágenes, las “influencias” y el modelo centro-periferia, las imágenes como conductoras y colonizadoras, la construcción de los imaginarios locales, los géneros fuera de la teoría de los géneros, la circulación de las imágenes de ida y vuelta, imágenes como respuestas, alegatos y artefactos de polémica, la direccionalidad y ambigüedad de los mensajes, la interferencia semántica. De la cultura del disimulo del Antiguo Régimen a la participación en la esfera pública de la Modernidad.
IV. Aldea, imperio y mundo
De la teoría poscolonial, de la “herencia colonial” a la modernidad pospuesta, los circuitos planetarios en el mundo de los imperios, emancipación, asimilación, permanencia y resistencia, la mirada contemporánea sobre el pasado colonial.
Informes:
Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM
Circuito Maestro Mario de la Cueva s/n
Zona Cultural, Ciudad Universitaria
04510 Coyoacán, Ciudad de México.
T. 5622 7250, 5622 6999 ext. 85033
Email: badisa1979@gmail.com
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