Para asegurarme de que la imagen será perfecta, primero dibujo un esquema. Utilizando este esquema, el tamaño adecuado de la tela es fijo.
En primer lugar el lienzo está pintado con cuatro diferentes capas de la misma pintura de color, utilizando un pincel grande. Este tinte será el fondo de la pintura final.
Cuando la pintura se ha secado, la imagen deseada se dibuja con un lápiz de plomo, teniendo en cuenta la proporción exacta. Estos contornos se rellenan con la pintura en el color más oscuro del animal.
Ahora nace una silueta, necesario para evitar que el color de fondo se vea a través de la imagen del animal. Este tinte oscuro también da a las capas superiores un color más intenso.
Cuando comienzo a pintar en el animal, cambio de pincel a uno fino. Siempre comienzo con los ojos. De esta manera el animal comienza a buscarme a mí y puedo sentir el contacto entre nosotros.
El siguiente paso es el de la piel. Después el pelo, capa tras capa y de la oscuridad a la luz. Después de un tiempo se puede ver que se hace más voluminoso.
Con el fin de hacer el animal lo más realista posible, utilizo varias fotografías. De una tomo la nariz, de otra. los ojos y los oídos para crear mi propio animal "perfecto".
Cuando la imagen finalmente se termina, lo miro de cerca. Tal vez hay algunos más pelos que se añaden. Algunos más acentos en la forma en que la luz se representa. A veces, una sombra se pinta.
Finalmente, después de horas, días y semanas a menudo se ve la obra acabada. La pintura se retira del caballete y hace lugar para otra nueva, una lona vacía.
Después de dos semanas de secado, aplico una capa de barniz de fijación. se requiere una protección máxima contra la luz del sol pesado y también es necesario para saturar los colores.
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