El movimiento #MeToo, contra el acoso y la
agresión sexual, que desde octubre de 2017 ha invitado a mujeres a contar sus
experiencias con misóginos y así alzar la voz en defensa de la mujer, ha
alcanzado al mundo del arte. La ciudad de Nueva York no es solo lugar de
protestas a favor del movimiento, sino que también es lugar de
residencia de muchas obras de arte, incluida Thérèse Dreaming del
artista Balthasar Klossowski, conocido como Balthus. El Met (Museo Metropolitano de Arte) ha recibido un sinfín de
peticiones en las que se súplica que remuevan la obra debido a lo sugerente de
ésta.
De acuerdo con las personas que han
enviado sus peticiones, el museo está promoviendo la cosificación de las jóvenes y enalteciendo el comportamiento misógino.
Por su parte, el museo se rehúsa a remover la obra (sugiriendo que ésto sea considerado un tema para la reflexión y el debate), lo cual únicamente ha
generado mayor controversia.
Personalmente (y completamente de acuerdo con la postura del Met), no creo que se deba quitar
la obra del lugar en dónde está expuesta, ya que hacerlo no tendría un impacto en
la educación de las personas (lo que considero necesario para evitar la misoginia
y el acoso). Debemos recordar que una obra no se debe descontextualizar y con
ello tergiversar el mensaje o la intención del artista, sino que se debe apreciar en el ambiente en la que fue creada.
Si el Met cede ante esta petición se desencadenarán peticiones por todo el mundo, y los museoso se verán forzados a quitar también obras de Goya, Picasso, Matisse...¡vamos, que muchos se quedarían sin obras que exhibir!
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