El realismo: una forma de ver el mundo.

Después de la clase del martes pasado donde vimos la arqueología de la imagen técnica me quedé reflexionando sobre la relación del realismo desde el punto de vista epistemológico y el realismo en la pintura. 
En epistemología entendemos por realismo aquella posición según la cual hay cosas reales, independientes de la conciencia. Esta posición admite distintas modalidades y me llama la atención que en todas ellas encuentro un vínculo con la pintura.

·       1.El realismo ingenuo no se haya influido aún por ninguna reflexión crítica acerca del conocimiento. No distingue en absoluto entre la percepción, que es un contenido de la conciencia, y el objeto percibido. No ve que las cosas son dadas en sí mismas, en su corporeidad, inmediatamente, sino sólo como contenidos de la percepción. Las cosas son, según él, exactamente así como las percibimos independientemente de la opinión de la persona quien las percibe. 
  • Un ejemplo es la figura 1, el arte primitivo, autor y fecha desconocido.

·    2. El realismo natural ya no es ingenuo, sino que está influido por reflexiones críticas sobre el conocimiento y que los objetos responden exactamente a los contenidos de la percepción, como se dan naturalmente. Aristóteles es realista natural al decir que las propiedades percibidas convienen también a las cosas, independientemente de la conciencia cognoscente.
  • Un ejemplo es la figura 2, el arte realista (Raphael de Sanzio, 1518)


·     3. El realismo crítico se llama crítico  porque descansa en lucubraciones de crítica del conocimiento. El realismo crítico no cree que convengan a las cosas todas las propiedades o cualidades de las cosas que percibimos sólo por un sentido. Estas cualidades surgen cuando determinados estímulos externos actúan sobre nuestros órganos de los sentidos. Representan, por lo tanto, reacciones de nuestra conciencia, cuya índole depende, naturalmente, de la organización de ésta. No tiene carácter objetivo, sino subjetivo.

  • Un ejemplo es la figura 3, 4 y 5: Las Meninas, Velazquez, 1734. La noche estrellada, Van Gogh, 1889. American Gothic, Grant Wood, 1930.


  Desde mi punto de vista, encontramos los 3 momentos del realismo en distintas épocas de la historia de la pintura. A pesar de que los ejemplos que utilicé apuntan este fenómeno de forma ascendente a lo largo del tiempo, podemos encontrar realismo crítico en etapas tempranas de la pintura así como realismo ingenuo y natural en algunos artistas del movimiento posmoderno, es decir, son distintas formas de ver la realidad y plasmarla en un arte visual.









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