Arte estático y dinámico
Hablar
de arte no siempre es hablar de una pintura, una escultura, arquitectura, literatura
e incluso de cine, sino que también hay arte en el uso de la retórica
(política), en el teatro, en la opera y, por lo tanto, en la música; no es que
estos estilos de hacer arte se hayan dejado de pensar como arte, sino que no
son tan usualmente utilizados para exposiciones de ámbito estético, esto se puede
deber a una segunda división que existiría en las artes, esta división se basa
en la forma de presentarse; en el caso de las primeras mencionadas, encontramos
que son artes estáticos, mientras que en los segundos encontramos la
posibilidad y necesidad de que sean re-creados[1] para
poder decir que son arte y no simplemente una representación del momento.
La
diferencia de las artes en estáticas y dinámicas, surge del análisis de las
“bellas artes”, que son siete principales, las cuales presentan, por un lado,
la característica de móvil, que según la filosofía plantea, serían aquellas más
originarias o que implicarían el movimiento de los hombres, dentro de esta
categoría entrarían la danza y la música, ya que necesitan de que se actúe en
el momento para poder resolver el conflicto artístico que cada una presenta;
por otro lado, se encuentran las artes estáticas, éstas presentan la cualidad
de que fueron hechas en una serie de movimientos, pero perduran a lo largo de
los tiempos, aquí encontramos a la arquitectura, la escultura, la pintura, la
literatura y el cine.
Esta
clasificación, ha funcionado, según Dart[2],
para poder problematizar las artes y comprender de mejor forma lo que cada artista
pretende, para poder clarificar la forma en que se puede analizar el arte desde
su concepción estética.
Esta
diferencia entre artes estáticas y artes dinámicas, nos presenta un mejor
panorama sobre por dónde deberíamos de dirigirnos según el tipo de arte que
queramos estudiar, ya que si queremos dirigirnos en el ámbito de lo estático,
tenemos la obra, sus interpretaciones y al artista(s), mientras que en las
artes dinámicas encontramos que existe además del autor, el diálogo o partitura
(o ambos), los diferentes intérpretes y con ellos, los diferentes directores;
no obstante, hay que aclarar que aún en las obras dinámicas, siempre vamos a
encontrar una parte estática, que es el escrito por el cual se puede seguir
re-interpretando la obra, no obstante, este escrito puede ser modificado al
gusto del director en el momento de hacer la representación y así adaptarlo al
país, al momento social, entre otros factores que pueden ayudar a que la obra
se vea u oiga de mejor manera o al menos a manera del director y sus
intérpretes.
[1] Re-creados en el sentido de que pueden interpretarse de diversos modos
y por lo tanto sufrir modificaciones al momento de volver a ponerse en escena.
[2] Dart, Thurston. The interpretation
of music. Editado por F. A. Westrup. London: Hutchinson's University
Library, 1954.
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