Exposición temporal Museo
Soumaya:
“Vlaminck, la expresión del color”
“Vlaminck, la expresión del color”
Maurice de Vlaminck nació en Paris el 4 de abril de 1876. Junto con
Derain y Matisse fue una de las tres figuras fundamentales del fauvismo, aunque
según la revista Descubre el arte; Vlaminck
fue el más salvaje de los fauves, permaneciendo
en Chatou y pintando en solitario paisajes vertiginosos de colores saturados.
En el museo Soymaya se pueden
apreciar muchas de sus obras y en ellas confirmamos lo que el artista mismo
expresó: compuse a partir del instinto[1].
Los fauvistas comenzaron a experimentar
con los colores puros y
las pinceladas expresivas de la pintura de Van Gogh, Gauguin y Cézanne que
todos conocían gracias a las galerías más atrevidas de París. Vlaminck exhibió
por primera vez en 1904 y un año después, para la tercera emisión del Salón de
Otoño, se reunieron en la sala VII del Grand Palais: Matisse, Manguin, Derain,
Marquet y Vlaminck.
A pesar de las críticas, el
movimiento permaneció, aunque los artistas no permanecieron en contacto, ya que
realmente nunca se había formado un grupo. Los unía su salvaje forma de aplicar
colores brillantes, pero no tenían una línea particular, ni ideales por
representar. El fauvismo, más que un
movimiento definido, fue una expresión en la que cada pintor plasmaba su
experiencia personal, uniéndolos el aspecto del rechazo por las reglas y los
métodos racionales establecidos. Reaccionaron contra el impresionismo por
haberle otorgado mayor importancia a la luz, costándoles la pérdida del color.
Después de su etapa fauve, comenzó
su devoción por Paul Cézanne que se vio reflejada en su trabajo, al retomar los
contornos oscuros y los tonos verdosos y ocres. Tras la primera guerra mundial,
oscureció su paleta. La revolución industrial provocó su náusea por el
urbanismo y lo impulsó a alejarse de las grandes ciudades.
Su paleta estaba limitada a
los colores puros tal como salían del tubo; cargó los lienzos de empastes
marcados por la espátula, los tubos de pintura y las huellas de sus dedos. En
su pintura se aprecian trazos exasperados y tensión continua de oscuros
profundos y blancos intensos.
Esta exposición nos muestra la
visión del siglo XX, artistas libres de todo vinculo de esclavitud civil, como
lo consta Vlaminck con sus palabras: Buscaba
expresar mis sentimientos sin que me interesara cómo hubiera sido la pintura
antes de mí [2]. Algo nuevo que
hubiera sido inconcebible antes, sobre todo en la época del renacimiento o
desde el reciente estilo artístico llamado: neoclásico, que retomaba las bases
del arte antiguo greco-romano. Quien diría que aquellas obras que fueron tan
criticadas en su momento hoy son de las más demandadas y apreciadas por el
público, pues son un goce y un deleite para nuestros ojos.
·
Vlaminck Restaurante en Marly-le-Roi 1905
[1]
Vlaminck, la expresión del color. Revista Mensual Museo Souyama. Abril 2018.
[2]
Vlaminck, la expresión del color. Revista Mensual Museo Souyama. Abril 2018. Pág.
17
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