Comencemos por el principio: ¿Qué es la apreciación estética? - Fabiola Torres Adame




Comparto un fragmento del capítulo "LA APRECIACIÓN ESTÉTICA" de Elena Oliveras, contenido en el libro "ESTÉTICA" de David Sobrevilla y Ramon Xirau.

"La apreciación de la belleza y del arte es un tema que admite una historia milenaria, esparcida en la reflexión estética de todos los tiempos. En distintos momentos, y desde distintas perspectivas, se ha estudiado la respuesta humana frente a la belleza y al arte; se han considerado, en particular, las condiciones, el proceso y la posibilidad de regulación de la respuesta valorativa del sujeto en esas dos regiones tradicionales de la estética. No obstante el interés de las aportaciones anteriores al siglo XVIII, es en ese período cuan­ do se sistematizan conceptos clave en torno a la apreciación estéti­ca, muchos de los cuales resultan de gran importancia en la re­ flexión y el debate contemporáneos. Por considerar insoslayable la contribución de Immanuel Kant, le hemos dado en nuestro trabajo un lugar central. Si bien, como él, otros autores analizados, anterio­res al siglo XX, no hablan de «apreciación estética», sus reflexiones sobre el gusto o sobre la atención y valoración estética remiten directa o indirectamente a nuestro tema. En el siglo xx esa expre­sión es frecuentemente adoptada en el ámbito de la filosofía y de la teoría del arte.

En su uso corriente, «apreciar» es «estimar» o «valorar» 1. De acuerdo con su significado etimológico (del latín appretiatio, de ad = a y pretium = precio), es «poner precio o tasa a las cosas vendi­bles». En sentido figurado es «reconocer y estimar el mérito de las personas o de las cosas»2. Según las lenguas, «apreciar» toma un sentido positivo o neutro. Puede significar «juzgar algo como bue­no» o «juzgar algo como bueno o malo». En inglés ese término se aplica casi siempre laudatoriamente, al igual que en italiano, lo cual excluye su uso neutro, que recae en la palabra «evaluación». En francés y en español «apreciar» adopta la forma tanto positiva como negativa. Así como a veces se entiende que apreciar es percibir correcta­ mente, la palabra «gusto» es tomada como equivalente de buen gusto o de gusto refinado. Se distingue entonces entre los que tie­nen gusto y los que no lo tienen. Otra interpretación de esa palabra es la que no establece jerarquías, como cuando se afirma: «sobre gustos no se discute». De gustibus et coloribus non est disputan­ dum, de acuerdo con el proverbio escolástico. Si, en el campo del arte, el concepto de «expresión» pone el acento en el creador, el de «apreciación» recae en el receptor. El análisis del fenómeno de la apreciación ingresa en el vasto campo de la «experiencia estética» dando cabida al problema del efecto que un tipo particular de objeto o de situación es capaz de provocar en el sujeto y a la localización de ciertas condiciones requeridas, entre las que se cuentan la lentezza d'animo (Alberti), la contemplación (Kant) y la empatía (Lipps)".


1. Diccionario de la Real Academia Española.
2. Diccionario del uso del español, Gredos, Madrid, 1994. 



 
     

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