Ulises Carrión

Hace unos años compré un libro titulado El robo del año, sobre la obra de Ulises Carrión. Aquí debo hacer un par de aclaraciones. Primero, el libro en cuestión no es libro común, yo diría que es lo que llaman libro-arte o libro de artista, cuya idea es que el libro sea una obra de arte misma. La editorial que lo publica se llama Alias y es una de editorial independiente mexicana que busca hacer otro tipo de libros como respuesta a los libros de producción comer. Hacen libros a mano y que tenga una relación directa el exterior con el interior del libro. son ediciones muy bellas y que surgen como una nueva tendencia en el panorama editorial mexicano. Si les interesa el tema, busquen a Taller Ditoria, Ediciones Acapulco, La Diéresis y Malpaís Ediciones.

El libro de El Robo del año en sí mismo está integrado por imágenes y ensayos de Ulises Carrión. Para quien no lo conozca. Ulises Carrión fue un escritor y artista conceptual. En su primera época, la de escritor, publicó dos colecciones de cuentos que fueron muy aplaudidas, tituladas La muerte de Miss O De Alemania, además de escribir varias obras de teatro. Inclusive, en su momento, se llegó a considerar como el nuevo gran escritor mexicano. Sin embargo, abandonó la literatura por completo y se dedicó al arte conceptual.


La segunda aclaración es con respecto al título. El robo del año es una instalación que Carrión presentó en Amsterdam en 1982. La instalación consistía en entrar a un cuarto oscuro, en medio del cuarto se encontraba un diamante sobre un pedestal giratorio. La gema tendría un costo actual de dos mil euros. Una única fuente de luz alumbraba el diamante y no había ningún tipo de protección que impidiera que el visitante pudiera tocarlo o inclusive robárselo. La instalación jugaba con dos elementos, primero, el valor material del diamante y su valor como obra de arte. Al mismo tiempo, que Carrión trazaba un espacio a partir de un punto focal. Carrión buscaba generar espacios, no objetos plásticos. Claudio Goulart, fotógrafo brasileño y amigo de Carrión tuvo la tarea de recorrer la instalación y fotografiar lo que sucedía. La pretensión última de Carrión sería que algún visitante robara el diamante, logrando, además un comentario social. Sin embargo, cuando fue obra de arte, se le respetó por completo. En el libro ya mencionado, Paulo Silveria escribe que el valor simbólico del diamante como obra de arte se impuso al valor material. Es decir, los espectadores se comportaron ante el diamante como quien visita una pintura clásica. Todo esto tuvo un desenlace inesperado, el diamante fue robado días después en la casa de Carrión durante una cena con amigos.



En 1975, Carrión publicó su manifiesto: El nuevo arte de hacer libros. En el que elige el libro-arte como su medio predilecto, del cual además será pionero en nuestro país. A continuación rescato algunas citas del manifiesto:

Un libro es una secuencia de espacios.
cada uno de estos espacios es percibido en un momento diferente:
un libro también es una secuencia de momentos. 


El lenguaje escrito es una secuencia de signos desplegados en el
espacio, cuya lectura transcurre en el tiempo.
El libro es una secuencia espacio-temporal


Un  libro puede existir también como una forma autónoma
y suficiente en sí misma, incluyendo acaso un texto que acentúa,
que se integra a esa forma: aquí empieza el arte nuevo de hacer libros


Me parece que hay una relación directa entre la elección del libro-arte como medio de expresión y la literatura, casi como si  fuera una misma continuidad, es decir, generar espacios y momentos. Claramente veo una relación profunda entre las dos actividades y las ideas planteadas en el manifiesto. Sin embargo, esto queda enteramente a la especulación dado que no soy especialista en la obra de Carrión.

Aquí les dejo una liga para que puedan hojear el libro de manera electrónica:

El robo del año. Editorial Alias



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